domingo, 25 de septiembre de 2011

La casa de Chechu


Hace unos días decidí aventurarme y presentarme a un concurso de pintura al aire libre que se celebraba en el pueblito de Maeztu este domingo.
Para mi era todo un reto, ya que nunca había pintado directamente del natural y menos con un límite de tiempo.
He pasado 7 horas de pie junto al lienzo y estoy súper orgullosa del resultado final.




No he ganado, pero igualmente estoy contenta.
Elegí el lugar por su luz, por la belleza de la casa, por las flores de su balcón, simplemente por ser un rinconcito apartado y con encanto.
Toda la gente del pueblo que pasaba y se detenía a ver mi cuadro, admiraba los detalles y me hacían la observación de que esa era la casa de Chechu, y que era una pena porque el pobre no iba a poder ver el cuadro por estar de vacaciones en Benidorm.
Chechu no estaba, pero si sus hijos. Han estado viendo cada avance del cuadro, me han ofrecido café y me han traído pastas, bizcocho y quesada, y como broche final al no haber sido ganadora… me han comprado el cuadro para dárselo como regalo a su padre, cuyo cumpleaños es dentro de unos días, así que no podría estar mas contenta.

Y tan solo me queda decir…. Felicidades Chechu!! :)


Una pizca de ilusión,

Titxu ^^


lunes, 19 de septiembre de 2011

Proximamente...

Estoy enredara entre lazos, flores, puntillas y recortes... pero proximamente Telojuropormilazo lucirá sus mejores galas para presentar mi colección de broches y maletines.

Solo puedo decir que he realizado mi mejor conjuro para este proyecto con mucha ilusión, una tacita de trabajo, dos cucharaditas de esfuerzo y una pizca de ambición.

Os dejo una breve historia que me ha parecido muy bonita, la he encontrado hoy navegando a la deriva por la red.

"Combate del té"
Una vez, un maestro de la ceremonia del té, en el viejo Japón, accidentalmente ofendió a un soldado. Se disculpó rápidamente, pero el impetuoso soldado exigió que el asunto fuera resuelto en un duelo de espada.

El maestro del té, que no tenía experiencia con las espadas, pidió consejo a un amigo maestro de Zen quien sí tenía la habilidad. Mientras su amigo le servia, el espadachín Zen que no lo podía ayudar, notó cómo el maestro del té realizaba su arte con perfecta concentración y tranquilidad. “Mañana”, dijo el espadachín Zen, “cuando se enfrente al soldado, sostenga la espada sobre su cabeza, como si estuviera listo para embestir, y dele la cara con la misma concentración y tranquilidad con las cuales usted realiza la ceremonia del té”.

Al día siguiente, a la hora y lugar acordados para el duelo, el maestro del té siguió este consejo. El soldado, alistándose para atacar, miró fijamente durante largo tiempo la cara completamente atenta pero tranquila del maestro del té. Finalmente, el soldado bajó su espada, se disculpó por su arrogancia, y se fue sin que un solo golpe fuera dado.

Un sorbito de dulzura,
Titxu ^^


domingo, 11 de septiembre de 2011

Volver a empezar


Ya toca rodearse de pinceles, colores, caballetes y bastidores,
mancharse las manos de color amarillo, cuando tan solo has pintado con azul,
soplar virutas de carboncillo o dejar huellas de pastel,
rellenar cuadernos con miles de imágenes bellas y bocetos improvisados,
tener miedo al enfrentarse a un lienzo en blanco
y disfrutar cada delicada pincelada sobre él.



Universidad… allá voy un año más!!


Un feliz comienzo,
Titxu ^^